Está comprobado que estar en contacto con plantas, árboles y flores reduce el estrés significativamente y no hay entorno más estresante que una gran urbe. Pues, para eso existen los parques y los jardines públicos, para que incluso los citadinos más ocupados puedan tomarse un respiro de vez en cuando y darle un toque de verde a su gris rutina. Afortunadamente, las grandes ciudades se están dando cuenta de lo importante que es conservar una conexión con la naturaleza. Incluso las urbes más industriales están avanzando para ser cada vez más ecológicas y para incluir más flores y plantas. Pero ¿alguna vez te preguntaste cómo hacen las grandes ciudades para cuidar de sus jardines y espacios verdes?

Tres ciudades con enfoques muy distintos para mantener sus flores

1. En primer lugar, Curitiba, en Brasil, es la ciudad más verde de Latinoamérica. Cuenta con la innegable ventaja de estar en uno de los países con más recursos naturales del mundo pero tampoco hay que desmerecer sus esfuerzos para conservarlos. Esta ciudad cuenta con 14 bosques y 12 parques públicos, además de cientos de plazas, canteros, jardines y espacios verdes. Para mantener esta cantidad de flores y árboles, la ciudad combina un esfuerzo municipal y de concientización. El clima y el tipo de suelo favorece la proliferación de plantas, por lo que lo más importante es el equipo de jardineros y podadores que las mantienen en su mejor condición. Además, la ciudad tiene una fuerte conciencia ecológica y recicla hasta el 70% de su basura, por lo que sus habitantes no soñarían con tirar papeles en sus bellos parques.

2. Quizás la metrópoli por excelencia, la ciudad de Nueva York también cuenta con numerosos parques y jardines que son el pulmón de esta jungla de cemento. Por ser una urbe tan grande, los esfuerzos municipales para mantener espacios verdes no son suficientes, por lo que los mismos ciudadanos han decidido llevar la carga. Existen muchas organizaciones similares, pero la más conocida es el Proyecto de Restauración de Nueva York de Bette Midler. Esta ONG se encarga de crear y mantener parques en los sectores más densamente poblados y más pobres de la ciudad, donde el gobierno municipal no tiene suficientes fondos para hacerlo.

3. Por último, la lujosa ciudad de Dubai. Ubicada en un desierto, esta rica ciudad ya es conocida por su extravagancia y desafiar a la naturaleza en cada oportunidad. Y si construir una pista de esquí entre las calientes arenas árabes no es tarea imposible para esta urbe, tampoco lo es crear el jardín más grande del mundo. Las 45 millones de flores del aptamente llamado Miracle Garden (Jardín Milagroso) soportan las temperaturas extremas y sequía por estar plantadas en un terreno acondicionado artificialmente y utilizar un sistema de riego por goteo que reutiliza las aguas residuales para ser sustentable.